Simón Álvarez (Venezuela 1953-2015)
El percusionista y compositor Simón Álvarez nació en Caracas en 1953. Su padre, el abogado Simón Alvares fue uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica Venezuela. Su madre, Amelia Bartoli, se destacó como una magnifica pianista.
A pesar del entorno artístico y musical en el que creció el joven Simón, no fue sino hacia 1967, tras oír al célebre conjunto ingles “Los Beatles”, que realmente se interesó en la música. Su primer instrumento fue la batería, la cual dominó de oído. Hacia 1970 empieza a estudiar formalmente música en el sindicato de músicos, bajo la guía del profesor Daniel Milano, más adelante estudió percusión con el profesor Abelardo Matos. Luego de graduarse en 1976 prosigue sus estudios con el profesor Rafael Zambrano en el conservatorio de la Orquesta Nacional Juvenil. Así mismo participa en breves cursos en Niza, en Bacarelli y Venecia. Su actividad como instrumentista se inició en la Orquesta Nacional Juvenil, de la cual fue miembro fundador, posteriormente cuando se crea la Orquesta Sinfónica Nacional de la Juventud Venezolana “Simón Bolívar”, pasa a formar parte de sus filas. En 1990 Simón Álvarez se retira de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar para ingresar a la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas.
Simón Álvarez compone sus primeras obras mientras realiza sus estudios de percusión. En sus creaciones busca reflejar su alma, su punto de vista del mundo, de las circunstancias, de sus vivencias. La música dio un extraordinario sentido a su vida y por eso sentía la necesidad de plasmar las cosas, casi de una forma impulsiva. La obra de Simón Álvarez no se puede clasificar dentro de las diferentes técnicas, estéticas y corrientes que han caracterizado la creación musical del siglo 20, ya que el compositor utiliza y conjuga recursos de diversas corrientes según sus necesidades.
Uno de los aspectos que más llama la atención en los trabajos creativos de Simón Álvarez, son los títulos que emplea para sus obras y, específicamente, para los diversos movimientos que integran cada partitura. Para el compositor, los nombres son importantes y busca con ellos plasmar situaciones personales. Lo primero que hacía antes de escribir una partitura era escoger el nombre de la obra y de sus diversos movimientos, para lo cual se inspira en cosas que le han pasado en la vida cotidiana.
Barro, para seis percusionistas; el quinteto de cuerdas Arenisca; Tamborera, para seis percusionistas, Bloque I, para cuatro percusionistas; Matarile, para violín, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, trombón, percusión y batería; el quinteto de cuerdas Veredas son algunas de sus obras iniciales.
Mención aparte merecen sus obras agrupadas dentro de la serie o el ciclo que lleva el nombre de Estructuras. Estructura I, para cuatro percusionistas (1977). Estructura II, para cuerda y dos percusionistas, (1977); Estructura III, para cuerdas y un percusionista, (1982), Estructura IV para orquesta y cuatro percusionistas (1986) Estructura V, para cuerda y dos percusionistas (1989). El compositor dejó inconclusa su Estructura VI.
Simón Álvarez muere a los 62 años, en noviembre de 2015, a causa de complicaciones derivadas de su padecimiento de cáncer en las vías digestivas.