Intrata e tango
Marlos Nobre
Mi más reciente obra, “Intrata e Tango”, Op. 129 (2021) para orquesta está dedicada “in memoriam” a Alberto Ginastera y Astor Piazzolla.
La razón de esta dedicatoria tiene mucho que ver con los dos años, 1963-1964, que viví en Buenos Aires, como becario del Instituto Torcuato Di Tella. La beca fue otorgada a 12 jóvenes compositores de Iberoamérica.
Allí estuvimos perfeccionando nuestra formación de compositores con Ginastera, Malipiero, Copland, Messiaen y Dallapiccola. Fueron dos años de intensa convivencia entre los becarios y los maestros mencionados.
Al mismo tiempo participamos directamente en la fenomenal vida musical de Buenos Aires, que era, sin duda, el más importante centro musical de todo el continente. Igualmente disfrutábamos de libre acceso a todos los conciertos y óperas del Teatro Colón.
Así, mi obra “Intrata e Tango” es de forma muy especial, una reminiscencia de esta época de oro de la música contemporánea en esta ciudad muy especial y riquísima en el aspecto cultural, más que
todo. Allí escribí dos obras importantes en mi catálogo, mis “Variaciones Rítmicas” y sobre todo “UKRINMAKRINKRIN”, una obra que repercute el problema doloroso en Brasil y en otros países de Latinoamérica, o sea, la muerte por vía violenta y asesinato de indígenas en toda la región.
Mi nueva obra “Intrata e Tango”, es pues una evocación personal de ese período importante de mi formación musical y de esas dos figuras imprescindibles: Ginastera y Piazzolla.
MARLOS NOBRE